Domingo XXVI del Tiempo Ordinario
La parábola se abre con la breve presentación de un hombre rico. Jesús pone el acento en dos detalles: el vestido y las fiestas. El rico vestía prendas de púrpura (quizás el manto exterior de lana pura), que eran muy costosas, reservadas para reyes y grandes magnates, y prendas de lino (quizás la túnica), material muy costoso y apreciado, sobre todo el procedente de Egipto y de la India.